Roberto Anta nació en Ciego de Avila el 21 de Julio 1945. Desde una temprana edad se le notaba su espíritu rebelde. Cuando se le preguntaba que iba a estudiar, su respuesta siempre era la misma; yo quiero ser limpiabotas.

Su vida escolar lo llevo a cursar sus primeros estudios en el colegio Maristas de Ciego de Avila, luego pasando a segunda enseñanza en el colegio Belén de La Habana. Fue allí que su espíritu rebelde se consagró para luchar contra la tiranía comunista.

Durante sus vacaciones de Semana Santa viajando a su pueblo natal, fue acusado de cargar explosivos en el autobús en el que viajaba. Fue preso en La Habana por tres días durante el cual pasaba su tiempo rezando el rosario con dos sacerdotes. Al cabo de tres días al no ser fusilado como muchos de los presos que se encontraban en la cárcel, fue puesto en libertad y apareció en Ciego de Avila donde sus padres lo esperaban ansiosamente.

En contra de su voluntad, salió de Cuba en 1962 siempre expresando su creencia que si nadie abandonara a Cuba, el comunismo no triunfaría. En el aeropuerto le dijo a su madre que se sentía el hombre más cobarde del mundo por abandonar su Patria sin fajarse por su libertad.

Al poco tiempo de llegar a Miami, Robertico se une a organizaciones rebeldes, y regresa a Cuba varias veces. En uno de esos viajes, no sobrevive combatiendo las Unidades Navales Cubanas.

Su amor por su Patria y su pasión por ver una Cuba libre, le causó su muerte a la temprana edad de 21 años.

Roberto Anta siempre será un orgullo Avileño.