Eduardo Rosell Malpica was born in Havana in 1870, the son of Agueda Malpica and Francisco Rosell, a well to do family that owned farms and a one half interest in the Dolores Sugar Mill in the municipality of Jovellanos.

He studies at Colegio de Belen (January 1885 to June 1886), at the University in New Orleans where he majored in chemistry and at the University of Havana where in 1894 he qualifies at the law school and becomes eligible to obtain his doctorate at the Central University of Madrid.  Upon his return he is named manager of the Dolores Sugar Mill due to the death of his father.

Young Rosell was well versed in literature and poetry, and enjoyed both not only in Spanish, but also in English and French.  He was part of the legendary group of youths that frequented the Louvre sidewalk, where he came to know and admire many of the veterans of the War of 1868, as well as the poet Julian del Casal, who becomes his lifelong friend.

Rosell was by February 24, 1895 one of the most trusted and involved conspirators of the movement; its failure does not discourage him, and in August of the same year he goes to the United States to join one of the expeditions that could bring him to Cuba.  There his troubles commence because he fails in three attempts, being imprisoned for three months in one of these in Nassau and on another occasion being thrown in jail in New York.

Finally he is able to join the expedition commanded by Calixto Garcia and he lands on the north coast near Baracoa on March 25, 1896, together with a fellow Belen alumnus Gabrielito Forcade.

On  April 14 he reaches the encampment of General Jose Maceo and two weeks later he joins the group led by Dr. Severo Pina, Secretary of the Treasury of the Republic in arms.  Our then Captain Rosell is named Treasury administrator for the provinces of Havana and Matanzas, and on his sojourn through Camaguey and Las Villas he meets Maximo Gomez.

Rosell does not adapt himself to being a bureaucrat and resigns his position in order to accept the designation of Chief of Staff to General Pedro Betancourt, so as to enable him to go into action.  He accept s the position as a Lieutenant Colonel on January 2, 1897 and participates with Betancourt in the battles of Purgatorio, Nueva Paz and San Nicolas de Guines.

On February 3, 1897 Betancourt’s encampment in the area of Alacranes (Ohito) is surprised by colonial troops, and Eduardo Rosell falls in hand to hand combat.  In the recognizance of the battlefield done after the battle, Colonel Tomas Pavia, commander of the Spanish column finds the body of Lieutenant Colonel Rosell and  arranges his burial in Alacranes.

Eduardo Rosell y Malpica nació en La Habana en el año de 1870, hijo de Águeda Malpica y Francisco Rosell, familia acomodada que poseía haciendas y el ingenio Dolores en el municipio de Jovellanos.

Su formación educacional se desarrolla en el Colegio de Belén (enero 1885 – junio 1886), en la Universidad de New Orleáns, donde estudia Química y en la Universidad de La Habana en la que en 1894 obtiene la calificación de la Facultad de Derecho para realizar los ejercicios de grado en la Universidad Central de Madrid. A su regreso es nombrado administrador del ingenio Dolores por la muerte de su padre.

El joven Rosell era conocedor de la buena literatura y la buena poesía, y podía disfrutarla no sólo en español pues dominaba además el ingles y el francés. Formaba parte del legendario grupo de la Acera del Loubre, donde pudo conocer y admirar a varios veteranos de la Guerra del 68, así como al poeta Julián del Casal, a quien le unió siempre una gran amistad.

Rosell figura ya el 24 de febrero de 1895 como uno de los conspiradores más comprometidos y confiables en los preparativos para el alzamiento, pero el fracaso del movimiento no lo amilana y ya en agosto de ese mismo año se traslada a los Estados Unidos para enrolarse en algunas de las expediciones que podían traerlo para Cuba. Ahí comienzan sus vicisitudes, pues fracasa en tres ocasiones, en una de ellas pasa tres meses detenido en Nassau, y en otra es apresado en el mismo Nueva York.

Por fin puede sumarse a la expedición de Calixto García y desembarca en la costa norte de Baracoa el 25 de marzo de 1896 junto a su compañero belemita Gabrielito Forcade.

El 14 de abril llega al campamento del General José Maceo y dos semanas después se incorpora al grupo que dirige el Dr. Severo Pina, Secretario de Hacienda de la Republica en Armas. Nuestro ya Capitán Rosell es nombrado Administrador de Hacienda de las provincias de Habana y Matanzas y en el recorrido por Camagüey y Las Villas conoce a Máximo Gómez.

Rosell no se adapta a su cargo burocrático y decide renunciar al mismo y poder aceptar el ofrecimiento del Gral. Pedro Betancourt de hacerlo Jefe de su Estado Mayor y poder entrar en acción. El ahora Teniente Coronel accede al cargo el 2 de enero de 1897, y participa entonces junto a Betancourt en los combates de Purgatorio, Nueva Paz y San Nicolás de Güines.

El 3 de febrero de 1897 el campamento de Betancourt en la zona de Alacranes (Ohito) es sorprendido por las tropas coloniales y en un combate cuerpo a cuerpo cae Eduardo Rosell. En el reconocimiento que hace después de la batalla el Coronel Tomás Pavía, jefe de la columna española, encuentra el cadáver del Teniente Coronel Rosell, y dispone su entierro en Alacranes, posteriormente entrega el diario de éste a su familia.